sábado, 5 de marzo de 2011

Calidad y Productividad

. INTRODUCCIÓN 
En estos últimos veinticinco años lo que ha sucedido en el ambiente de los
sistemas productivos es una verdadera revolución, pues hace un cuarto de siglo
difícil mente pensábamos en el reto que podría significar la competencia japonesa,
la calidad y la globalización de productos y servicios. 
Todo este proceso de cambio que ha tenido lugar ha motivado a diferentes
autores a nivel internacional, ha tratar el problema del logro y de la medición de
la calidad y de la productividad desde diversos enfoques y utilizando diferentes
tecnologías. Esto hace que, si bien se cuente con una amplia bibliografía al
respecto, su utilidad no sea totalmente aprovechada al ser tratado el tema
normalmente a nivel de empresa y de forma genérica, por lo que el usuario,
gerente o consultor, debe pasar por una gran elaboración conceptual previa, a fin
de poder aplicar dichos conceptos y términos correctamente a las diversas
unidades de la empresa. 
Si analizamos la palabra PRODUCTIVIDAD, la podremos descomponer en los dos
términos que la componen: PRODUCCIÓN Y ACTIVIDAD. Esto es lo que ha
conllevado durante muchos años a la creencia de que este concepto está asociado
únicamente a la actividad productiva de la empresa y ha limitado su utilización en
otras áreas que no clasifican como tal. 
Concepto de Productividad
Así observamos el uso de este concepto en diversos organismos internacionales,
como son: 
OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico).
Productividad es igual a producción dividida por cada uno de sus elementos de
producción. 
OIT (Organización Internacional del Trabajo). Los productos son fabricados
como resultados de la integración de cuatro elementos principales: tierra, capital,
trabajo y organización. La relación de estos elementos a la producción es una
medida de la productividad. 
EPA ( Agencia Europea de Productividad). Productividad es el grado de
utilización efectiva de cada elemento de producción. Es sobre todo una actitud
mental. Busca la constante mejora de lo que existe ya. Está basada sobre la
convicción de que uno puede hacer las cosas mejor hoy que ayer, y mejor
mañana que hoy. Requiere esfuerzos continuados para adaptar las actividades
económicas a las condiciones cambiantes y aplicar nuevas técnicas y métodos. Es
la firme creencia del progreso humano. 
El concepto más generalizado de productividad es el siguiente: 
Productividad = Producción = Resultados Logrados Insumos Recursos Empleados 
De esta forma se puede ver la productividad no como una medida de la
producción, ni de la cantidad que se ha fabricado, sino como una medida de lo
bien que se han combinado y utilizado los recursos para cumplir los resultados
específicos logrados. 
Esta definición de productividad se asocia con el logro de un producto eficiente,
enfocando la atención específicamente en la relación del producto con el insumo
utilizado para obtenerlo. 
Pero igual que han evolucionado otros conceptos, ha evolucionado el concepto de
productividad y sobre todo han influido en ello los cambios que se han operado en
la manera en que en el mercado empresarial contemporáneo se considera la
CALIDAD. 
2. CALIDAD Y PRODUCTIVIDAD: DOS CONCEPTOS MUY LIGADOS 
La Calidad desde el punto de vista conceptual ha pasado por diferentes etapas,
desde el surgimiento de la industria manufacturera donde se le consideraba como
algo que debía ser inspeccionado para poder obtener determinados
requerimientos técnicos que eran precisados por el productor; continuando la
etapa posterior de control estadístico de la calidad, donde se aplicaban técnicas
de muestreo a lo largo del proceso, con el objetivo de detectar a tiempo cualquier
irregularidad y garantizar que el producto que saliera cumpliera, igualmente, los
requisitos preestablecidos por el productor; en una etapa más actual se
instrumentan programas y sistemas de calidad a todas las fases de concepción,
diseño y producción, incluyendo el servicio pos venta; y hoy la calidad es posible
administrarla. 
En esta última fase el énfasis está puesto en el mercado, las necesidades y
expectativas del cliente. Pero además la Calidad se ve como un enfoque de
dirección, que no sólo contempla la calidad del producto, sino el sistema de
dirección en su totalidad. 
Como vemos el concepto de CALIDAD, ha dado un cambio de 180º; ya que no
basta producir de acuerdo a determinados requerimientos o normas técnicas sino
producir de acuerdo a lo que el cliente necesita. Es por eso que J. Juran plantea
que la “Calidad es adecuación al uso”; James Harrigton nos dice: “Calidad es el
grado en que satisfacemos las expectativas de los clientes” y Crosby nos plantea
“Calidad es cumplir los requisitos”. 
En los sistemas tradicionales que hasta recientemente se han venido trabajando: 
Precio de Venta = Costo + Beneficio
Pero esta fórmula ya no da resultados pues no toma en cuenta al cliente, y éstos
actualmente no están dispuestos a pagar las ineficiencias del productor, que
hacen aumentar los costos. Esta forma de pensar confunde valor con precio y por
tanto no es adecuada en una época de alta productividad, al no tener en cuenta
las necesidades del cliente. 
Actualmente se parte de la fórmula: 
Beneficios = Precio - Costo
Considerando que el precio lo fija el mercado y los clientes, por tanto para
obtener beneficios, sólo podemos hacerlo reduciendo los costos tanto como sea
posible y esto último sólo lo podemos hacer logrando niveles más altos de
productividad. 
Todo lo anterior nos hacer llegar a la conclusión de que el concepto de
productividad bajo este nuevo enfoque de dirección, debe haber cambiado
también y ya no se le puede ver con ese sentido restringido donde realmente se
disminuye su importancia y se le interpreta mal. 
Esto último lo planteamos, porque en muchas empresas cuando se habla de
mejora de la productividad, inmediatamente los obreros piensan que se va a
intensificar su trabajo, que se va a pagar menos salarios o que se va aumentar el
ritmo de trabajo; y desde el comienzo tienden a sabotear todos estos programas,
cuando no están precedidos por un buen seminario que haga comprender
realmente qué es mejorar la productividad y la calidad para la empresa. 
Si abrimos el diccionario Larousse en la palabra productividad, vamos a encontrar
algo muy interesante: “Facultad de producir. Calidad de lo que es productivo”.
Esto nos hace ver que terminológicamente, productividad es sinónimo de
“evaluación de la calidad”. 
Por lo que pudiéramos entonces afirmar que la PRODUCTIVIDAD EVALÚA LA
CAPACIDAD DEL SISTEMA PARA ELABORAR PRODUCTOS QUE SON
REQUERIDOS (QUE SE ADECUAN AL USO) Y A LA VEZ EL GRADO EN QUE
SE APROVECHAN LOS RECURSOS UTILIZADOS, ES DECIR EL VALOR
AGREGADO. 
Para poder incrementar el Valor Agregado se hace necesario producir lo que el
mercado (cliente) valora y hacerlo con el menor consumo de recursos, todo lo
cual nos permitirá reducir los costos y por ende incrementar los beneficios,
haciendo a nuestra organización más productiva. 
3. INDICADORES ASOCIADOS A LA PRODUCTIVIDAD Y LA CALIDAD 
Existen tres criterios comúnmente utilizados en la evaluación del desempeño de
un sistema, los cuáles están muy relacionados con la calidad y la productividad:
eficiencia, efectividad y eficacia. Sin embargo a veces, se les mal interpreta, mal
utiliza o se consideran sinónimos; por lo que consideramos conveniente
puntualizar sus definiciones y su relación con la calidad y la productividad. 
EFICIENCIA: Se le utiliza para dar cuenta del uso de los recursos o
cumplimiento de actividades con dos acepciones o cumplimiento de actividades
con dos acepciones: la primera, como la “relación entre la cantidad de recursos
utilizados y la cantidad de recursos estimados o programados”; la segunda,,
como “grado en el que se aprovechan los recursos utilizados transformándose en
productos”. 
Cómo se puede observar ambas definiciones están vinculados a la vertiente de la
productividad más difundida en la literatura; pero si sólo utilizáramos este
indicador como medición de la productividad únicamente asociaríamos la
productividad al uso de los recursos; sólo se tomaría en cuenta la cantidad y no la
calidad de lo producido, pondríamos un énfasis mayor “hacia adentro” de la
organización, buscando a toda costa ser mas eficiente y pudiendo obtener un
estilo eficientista para toda la organización que se materializaría en un análisis y
control riguroso del cumplimiento de los presupuestos de gastos, el uso de las
horas disponibles, etc. 
Consideramos que tenemos un restaurante y siguiendo nuestro estilo eficientista,
confeccionaremos los diferentes platos ahorrando al máximo los recursos para de
esa forma obtener mayor eficiencia. ¿Comería usted en un restaurante que ahorra
el tomate en una carne guisada o que ahorra la sal en un pollo en cazuela? A lo
mejor sí a lo mejor no, claro que eso está en de acuerdo a sus gustos culinarios,
pero en general eso no es lo que está buscando el dueño del restaurante, sino
ahorrar a toda costa, independientemente de los gustos de sus clientes. 
No obstante las limitaciones, el concepto de eficiencia nos lleva a tener siempre
presente la idea del costo, a través del uso que hagamos de los recursos. 
EFECTIVIDAD: Es la relación entre los resultados logrados y los resultados
propuestos, o sea nos permite medir el grado de cumplimiento de los objetivos
planificados. 
Cuando se considera la cantidad como único criterio se cae en estilos efectivistas,
aquellos donde lo importante es el resultado, no importa a qué costo. La
efectividad se vincula con la productividad a través de impactar en el logro de
mayores y mejores productos (según el objetivo); sin embargo, adolece de la
noción del uso de recursos. 
Cuántas organizaciones se vanaglorian con reflejar sus logros productivos en
murales y hasta en anuncios de prensa, “Este año se sobrecumplió el plan de
....”. Pero nunca nos dicen cuánto costó ese resultado y si el mismo respondía a
las necesidades de los clientes. 
No obstante, este indicador nos sirve para medir determinados parámetros de
calidad que toda organización debe preestablecer y también para poder controlar
los desperdicios del proceso y aumentar el valor agregado. 
EFICACIA: Valora el impacto de lo que hacemos, del producto o servicio que
prestamos. No basta con producir con 100% de efectividad el servicio o producto
que nos fijamos, tanto en cantidad y calidad, sino que es necesario que el mismo
sea el adecuado; aquel que logrará realmente satisfacer al cliente o impactar en
el mercado. 
Como puede deducirse, la eficacia es un criterio muy relacionado con lo que
hemos definido como calidad (adecuación al uso, satisfacción del cliente), sin
embargo considerando ésta en su sentido amplio: CALIDAD DEL SISTEMA. 
Del análisis de estos tres indicadores se desprende que no pueden ser
considerados ninguno de ellos de forma independiente, ya que cada uno brinda
una medición parcial de los resultados. Es por ello que deben ser considerados
como un Sistema de Indicadores que sirven para medir de forma integral la
PRODUCTIVIDAD

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